Bola Sin Manija

Fundamentalistas de la verdad alternativa

Scolari y la fractura de Neymar

El mundial que empezó con partidos vistosos y lluvia de goles, fue decayendo en los últimos encuentros. Aparecieron los cero a cero y los árbitros, que hasta acá habían perdido su espacio por figurar después de los primeros penales mal cobrados, salieron de su letargo.

El partido de ayer fue malo por varias razones. La primera, porque Scolari decidió que la mejor forma de revertir la imagen de equipo blando era darle al nuevo espectador de futbol lo que el nuevo espectador de futbol quiere: huevo, huevo, huevo.

Para eso, ya cuenta con un plantel que comparado con aquellos brasiles del jogo bonito, quedan tan lejos como Platense del Barcelona.

Está bien que es una cuestión de suerte genética y coyuntura lograr tener un Sócrates en la cancha.  Pero Scolari (y Parrerira en las sombras) son dos cobardes con suerte. Lograron eficacia asesinando el juego brasilero («la suya») en post de una dinamica más europea.

En la previa a este partido, Colombia era lo mas parecido al viejo Brasil y Brasil decidió jugar como Uruguay. No como como el Uruguay del Maracanazo, que como ya se dijo acá jugaba muy bien al futbol, sino como el Uruguay de la garra charrúa («La gala no, la gala»), del «a mi a Arevalo Rios damelo en cualquier equipo».

Se necesita un contexto para ese juego basado en la prepotencia y la pelota parada. Scolari mandó a sus jugadores a cortar con faltas cada intento de armado de Colombia. El español arbitró la injusticia de una forma insoportable, casi cínica. No sacó amarillas y posibilitó que el Jogo Horrible del nuevo Brasilurugay pudiera tener las unicas chances de marcar.

Un juego perfecto desde la óptica de Scolari. Pero entonces sucedió que los colombianos se cansaron, y renunciaron a hacer el juego que legalmente querían hacer bajo el reglamento del deporte y empezaron a pegar también.  Mas brutos, menos brutos. Mas mala suerte, menos mala suerte. Mas mala leche, menos mala leche. No importa. La lesión de Neymar viene como consecuencia de la habilitación de Scolari primero, al renunicar a jugar y plantear el castigo sistematico, y del árbitro español después, que fue localista de la peor manera.

La rodilla del colombiano rajando la columna de Neymar no es un episodio aislado cuyas responsabilidades terminan en los dos involucrados.

Scolari prefirió ganar un partido de mierda, con una táctica de mierda, poniendo en riesgo a sus jugadores más hábiles (en estos casos nunca se fractura un Marcelo, un Hulk).

Pero lo van a culpar al colombiano, claro. Y al árbitro, por supuesto, que una vez utilizado, se puede tirar a la basura, que para eso están.

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Un comentario el “Scolari y la fractura de Neymar

  1. Iván
    7 de julio de 2014

    De acuerdo.

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Esta entrada fue publicada el 5 de julio de 2014 por en Apartheid otra cosa [polémicas].

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