Cuál es el lugar donde todos los equipos del mundo quisieran estar? Sí, el libro Pequeños Gigantes. Pero sólo 50 tuvieron el privilegio. Sin embargo, hubo un equipo que llegó a las instancias finales de las eliminatorias para entrar al libro y quedó eliminado. Hay quienes dicen que fue en un casting sábana, en verdad. Detalle menor, diría Magnetto, director del Grupo Clarín y enemigo de los X-Men. Lo que sí importa es que este equipo hoy es el último de los últimos (bueno, de Capital y Gran Buenos Aires, que es lo que importa). Así es, Yupanqui es en este momento el colista de la D y se encuentra en zona de desafiliación directa, según los nefastos promedios. No es el momento de abandonarlo ahora, que peligra el record que ostenta este club, único en todo el futbol argentino. Cuál es ese record, preguntará usted. Por qué no engraso los ejes, preguntará Yupanqui. Todas las respuestas en este manuscrito inédito encontrado en el Mar Muerto de Bola Sin Manija:
“Mi nombre es todo lo que tengo”
Su página oficial dice “Yupanqui, el club más grande de Lugano”. Les parecerá poco pero para el que vive en Lugano, el mundo es ese. Además, como todos sabemos, “Pinta tu aldea y serás universal”. Así lo pensó Alfredo Gibaut cuando, provisto de un diccionario, decidió buscar un nombre para el flamante club de Villa Lugano. Y eligió Yupanqui no por un capricho ni por su agradable sonoridad, sino por su significado: “De ti hablará la posteridad”. Y, desde este libro, modestamente en representación de la posteridad, hablaremos de Yupanqui.
El Club Social y Deportivo Yupanqui nació un 12 de octubre de 1935. El año de la muerte de Gardel. El día anteriormente llamado Día de la Raza, hoy rebautizado por el paso del tiempo (que constantemente modifica hechos ya sucedidos por el simple hecho de mirarlos a través de otro cristal) como Día de la Aniquilación de la Raza. Vio la luz como un club de basketball pero muy rápidamente incorporó al fútbol a sus actividades.
Actualmente se encuentra en la primera D, la última de las categorías del fútbol argentino metropolitano. No tiene estadio, por lo que como un nómade apátrida vaga por las distintas canchas del ascenso. Ni siquiera hay un supermercado donde debería estar su cancha lo que generaría las burlas de los rivales. Nadie lo carga porque no tiene cancha en serio. Y con esas cosas no se jode.
Tuvo una breve fama hace unos años ya que el Imperio Coca-Cola, con el dinero como arma moderna, invadió este humilde club para realizar una publicidad de dicha gaseosa que hizo saber al país que Yupanqui era el club con menos hinchas del fútbol argentino, “pero no con menos pasión” (qué misteriosa relación habrá entre la pasión por un club y una bebida gaseosa, no lo sabemos). Y usó como musicalización, el tema, también vaya a saber por qué, emblema de la pasión futbolística argentina: “Cada día más”, de Valeria Lynch.
Pero no fue sólo a dicho Imperio multinacional que debió superar Yupanqui. Sabedor, como el arriero de Atahualpa, que “las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”, también se sobrepuso a La Noche Trágica cuando, durante los carnavales de 1961, un incendio destruyó todas sus instalaciones.
Luego de todo esto, ¿qué es lo que tiene para mostrar como logro este club? ¿Qué sacará del cajón de los recuerdos para sorprender a los nietos, cuando estos lo vean como un viejo acabado? Pues bien, Yupanqui es uno de los clubes, junto a Boca, Independiente y Arsenal, que nunca descendieron de categoría. Pero se diferencia de ellos para ser único. Siempre jugó en la misma categoría, a diferencia de Boca y el Rojo que dicen haber estado siempre en la A, desconociendo sus primeros años en las categorías de ascenso. Y se distingue de Arsenal porque el equipo de Lugano nunca ascendió tampoco. Siempre fue fiel a su categoría: desde su afiliación a la AFA en 1976, jugó siempre en la D, récord que sólo él posee y que no podrá ser superado ya por ningún club asociado a la AFA. Quizás algún día un nuevo equipo se afilie y pueda hacerle sombra. Hasta ese hipotético momento, el honor seguirá en manos de los Traperos.
Sublime. Cuando termine mi tesis, me enviarán pequeños gigantes.
Arsenal si descendio una vez,fue en 1984 de la Primera B a la Primera C,volviendo a la B al año siguiente.El otro que nunca descendio es Tristan Suarez,que se afilio a AFA en 1963,ascendio a la C en 1975 y a la B metropolitana en 1994.
gracias por el dato, saludos!