Fútbol (australiano) para todos

Ante todo, vamos con la invitación: hoy (sí, es hoy, disculpame, te iba a llamar antes para avisarte, pero estaba sin crédito en el celular y aparte justo ayer se me cayó en un vaso de agua y lo tengo metido en arroz hace como tres semanas, pq se lo presté a mi hermano y perdió tu número cuando no me contestabas y por eso no te invité a mi cumple… digo, al fútbol australiano) hay partido de fútbol australiano entre Argentina y Brasil, a las 11:30 (o sea, ya debe haber empezado y terminado) también conocido como El superclásico de las Américas que No Miramos (en oposición con el del miércoles, que tampoco miramos por falta de luz).

El Test Match es hoy, en el Saint Georges North College, en Los Polvorines, a las 11:30 hs. El equipo argentino de fútbol australiano se llama Las Aguilas (nombre que no sé si ya está homologado por BSM Nicknames Productions) y desde acá les deseamos toooooooda la suerte y el amooooooor del mundo. Mañana en el programa tendremos invitados a gente del equipo y charlaremos tanto del partido como de este deporte.

Pero, señor, señora, usted (que si lo sacan del TC2000 se pierde) seguramente se está preguntando… ¿qué es el fútbol australiano? Si no lo está haciendo, ¿podría hacerlo así no me siento tan boludo por haber escrito esa frase? Gracias. Bueno, le hago el favor y vamos a ver un poco de qué va este deporte, ideal para un fin de semana en el que los Pumas (que vuelan bajo, no como las Aguilas) consiguieron su 8239488 derrota digna del año y en el que a partir de las 15:00 todos desapareceremos para ver Barcelona – Real Madrid.

Y digo que es ideal ya que si bien su nombre dice «fútbol», también dice «australiano». ¿Y sabe lo que hay en Australia? Arañas tan grandes que tienen derecho a títulos de propiedad. ¿Y sabe cómo se inició Australia? Como una colonia penal del Reino Unido. ¿Qué podemos esperar de un deporte que viene de esas tierras? Golpes, violencia, muerte y tal vez jugadores que los grilletes sean parte del uniforme oficial de la selección.

La cancha, vista desde arriba en el mundo virtual de The Lawnmower Man (El hombre del jardin).

El fútbol australiano es una versión para hombres bien bien hombres (de esos que les gusta tocarse con otros hombres sudados) del rugby, si este tuviera un hijo con el fútbol tradicional que todos conocemos y le saliera Superman. Para empezar, se juega con 18 jugadores por equipo (suponemos que para no dejar a ningún capanga de la carcel afuera, porque después te agarra con la faca en el baño y te manda a lavarle el tupper) en una cancha ovalada, con una pelota ovalada también.

Foto robada de un foro de fanáticos de U2. Aparentemente en este estadio tocaron alguna vez. No les vamos a dar crédito, porque Bono seguro está a favor de los blogs deportivos pobres de países tercermundistas.

En cada extremo de la cancha hay cuatro postes, separado cada uno del otro por 6,4 metros. Estos serían los arcos, aunque se les dice postes de meta. Los dos postes centrales son ligeramente más altos que los exteriores. El área está marcada por una línea curva a 50 metros de los postes. El cuadrado ese que ven en el medio mide 50×50 metros. El link de IMDB para entender lo de El hombre del jardín es este: ¡Apretame!

El juego comienza sacando del medio y el objetivo es marcar goles haciendo pasar la pelota entre los postes rivales. En el caso de los postes centrales, sólo se podrá convertir con el pie y se sumarán 6 puntos por la conversión. Esto es llamado con la exótica palabra «gol». Si la bola (¿aplica esto si es ovalada? Creo que aplica aun más, pero debería ser vola) pasa entre uno de los postes centrales y uno de los externos (algo que técnicamente pasa siempre, ya que los dos postes laterales rodean a los centrales) sólo se suma 1 punto, pero puede hacerse con cualquier parte del cuerpo. Esto se llama behind.

El acarreo de la pelota se hace con manos y pies. Todo lanzamiento debe ser ascendente y si el jugadore lleva la pelota en carrera, debe hacerla picar cada 15 metros para no cometer una falta. La idea del juego es que sea veloz y con pocas interrupciones. No existe el offside y al comienzo del juego es reglamentario tener jugadores propios en el campo rival. La única limitación posicional es que en el cuadrado central sólo puede haber 4 jugadores por equipo. Se juega a 4 cuartos de 20 minutos, se cambia de lado después de cada cuarto, los laterales los hace el juez de línea de espaldas a la cancha y el saque del medio es similar al del basquet (lo hace el umpire) pero haciendo picar la pelota.

El parecido con el rugby tiene que ver con la cantidad de contacto físico, pero decir que ambos deportes tienen contacto físico es como decir que Messi y yo ambos jugamos al fútbol (entiendase, el futbol australiano sería el Messi de los deportes de contacto y yo sería el rugby o, aun peor, el fútbol americano). Los jugadores pueden pararse con tackles, empujones, saltos por sobre el rival para tomar una pelota enviada por un rival y toda otra forma de destrucción conocida por el hombre que no incluya patads (porque en algún lugar hay que marcar los límites). La pelota tiene que estar siempre en juego (no se puede retener) y el único momento en que se zafa de la marca reglamentariamente es en el tiro libre. En todo otro momento se puede tener un rival encima tratando de arrancarte el hígado. O sea, un deporte en el que los llorones no podrían jugar, un deporte sin enganches ni delanteros «rapiditos» de los que «disfrutamos» en el Torneo Inicial.

Por supuesto que hay muchas más reglas y detalles, pero este ya es el artículo más largo que escribi en mi vida, así que los dejo con un video de fútbol australiano y me voy a ver el final de Newcastle – Manchester United, del más tradicional futbol para maricotas.

Un comentario el “Fútbol (australiano) para todos”

Marcos
8 de octubre de 2012

La idea de que haya dos tipos de puntuaciones está buena. Si en el futbol se cobrara 0,5 gol el penal (como hablamos en el último programa), 0,25 gol si la pelota pega en el poste y 0,10 gol si pasa a menos de un metro afuera, sería otro deporte.
Pensalo, Blatter. Date una oportunidad de mejorar el juego antes que las finanzas.

Responder