Un país que en lo deportivo solo pudo verse representado internacionalmente en los World Alternative Games de Gales, merece toda nuestra atención. Hoy vamos a hablar de Principado de Hutt River.
El Principado de Hutt River es una micronación que limita con Australia todo a su alrededor. Se trata de un conjunto de fincas de cinco familias que se pelearon con el Estado australiano luego de que en 1969 éste lo declarara como una provincia y les obligara a pagar unos impuestos que las familias consideraban injustos. Fue así cuando al año siguiente, más concretamente el 21 de abril de 1970, Leonard Casley decide declarar la independencia y proclamarse príncipe. El argumento fue una ley inglesa del siglo XV llamada la Treason Act, que protege de juicios o ataques a quienes ostenten cargos reales. Casley era ahora el Príncipe Leaonardo I, así que Australia no podría enjuiciarlo, porque la ley británica está vigente. Por esto, el Príncipe Leonardo I actualmente dice mantenerse leal a la Reina Isabel II.
Además, cuando Casley pidió la secesión, nadie en el gobierno australiano se hizo cargo de contestar. La misma ley australiana dice que hay dos años para contestar este tipo de pedidos, y como nadie lo hizo, Hutt River confirmó su independencia el 21 de abril de 1972. Por si esto fuera poco, en cierta ocasión el gobierno australiano envió por error una carta a Casley dirigiéndose a él como “administrador de la provincia de Hutt River”, que para los criterios reales es una declaración vinculante que confirma su derecho.
Tiene varios reconocimientos internacionales, como los expedidos por el municipio de de María La Baja, Colombia, por su aporte a la paz mundial y a la diplomacia internacional, y cantidad de poemas y canciones dedicadas. Y en su 40 aniversario, varias autoridades de Australia saludaron al principado (en realidad contestan el mail de invitación a los festejos, los que pueden verse en la web de Hutt River).
En el principado viven 25 personas esparcidas en algunas casas, entre galpones de heno y tractores. Unas 15mil personas son ciudadanas pero viven en el resto del mundo, así como sus embajadores en lugares como Croacia, Pakistán o Brasil. Este país de 75 kilómetros cuadrados tiene su capital en Nain, pasaporte, estampillas, moneda, una constitución, y un himno nacional titulado “It’s a hard land”. Sus idiomas oficiales son el inglés, el francés y el esperanto (artículo 8 de la Constitución Nacional). Su economía se basa en el turismo y la ganadería. Y ya no deben pagar impuestos a Australia, país con el que aseguran que mantienen buenas relaciones más allá de algunos altibajos.
Pero no hay nación sin deporte. Entre los deportes más populares en los que Hutt River organiza eventos están el ciclismo, el golf y el cricket. Un buen día la irlandesa Julia Galvin se ofreció a representar al principado en los World Alternative Games de Gales, en donde también se juega al pingpongo. La respuesta fue inmediata: la nacionalizaron y Julia pudo izar la bandera de un pájaro sosteniendo una balanza en la competencia de carrera con esposas y de bog snorkeling.
Seis años antes, Julia había tenido un accidente de autos que la dejó postrada sin poder caminar. Un día estaba mirando el libro Guiness de los récords y allí descubrió el bog snorkeling (nado con snorkel a través de un canal fangoso) y se inspiró. De allí en más, volvió a caminar, se convirtió en campeona de esta disciplina, y hoy es el orgullo deportivo de Hutt River.
Y como el éxito está a un mail de distancia, a estar atentos porque ya propusimos el pingpongo y obtuvimos una cordial respuesta oficial. Al cierre de esta nota, nuestro mail había sido reenviado a ministro de Relaciones Exteriores y al propio Príncipe Leonard.