¡Spurs campeones!

Tengo ganas de llorar, les juro. No tengo palabras casi, estoy emocionado. No soy público de basquet, pero esta serie final la vi completa, no por no tener mejores cosas que hacer, sino porque después de ver casi de casualidad algunos minutos del primer partido me di cuenta que estaba pasando algo mágico, algo que pocas veces se ve, una desmotración de juego que ibamos a recordar.

Ayer los spurs le ganaron 104 a 87, con otra resonante actuación de sus estrellas pero, aun más interesante, con otra magnifica actuación del equipo como un todo.

Lo que ha distinguido al ganador de estas finales ha sido, sin dudas, eso: la capacidad de aunar individualidades y lograr un entendimiento que se ve pocas veces, salvo en aquellos casos en que están controladas por una mente colectiva, una sola mente controlando todos los cuerpos y convirtiendoles en simples zombies sin voluntad propia, como pasa en las peliculas de ciencia ficción y los recitales de rock.

Lo mejor es que para la gran mayoría, los Spurs llegaban como punto. Si bien el record de temporada de SA era mejor, Miami no sólo era el bi-campeón (ganándole, de hecho, la última final a SA), sino que tiene un equipo más joven y con uno de los jugadores con mayor estrella en este momento: Lebron James.

Un artista de la naranja

 El primer partido fue para San Antonio por 110 a 95, pero con una serie de atenuantes: no sólo jugaron de local, sino que se cortó el aire acondicionado y el partido se jugó con 1288sdgaer grados Farenheit (algo así como 283fdrfgr Celsius). Parecía simplemente un error en la matriz, especialmente cuando el segundo partido fue un ajustado triunfo para Miami (pronunciese Miiiiami) por 98 a 96.

Pero nada de lo que los teóricos de la cesta auguraban sucedió: en cancha de Miiiiami los Spurs los demolieron dos veces seguidos con triunfos tan aplastantes que La Florida volvió a pertenecer a México. 111 a 97 y 107 a 86 son solo números, lo impresionante fue ver el juego desplegado tanto por las tres máximas figuras del equipo que a veces viste de blanco y a veces de negro (el negro Duncan, el casi negro Parker y el blanco teta Ginobili) como por sus acompañantes (Leonard durante toda la serie y elegido MVP, Thiago Splitter en ese tercer partido, Diaw como un excelente ladero, Mills y Bonner por momentos).  Recomiendo si sólo van a ver un video de esta entrada, que sea uno de estos dos:

 Ya con 3 match point a favor y el partido en casa, parecía difícil que se le escapara el campeonato a los Spurs. Ahí todos los agoreros del fracaso anteriores se dieron vuelta, editaron sus entradas en blogs y diarios del mundo y aseguraron que siempre habían estado del lado de los de San Antonio.  Pero nosotros sabemos la verdad: sabemos que no previeron la demostración de pase y rotación, de asociación y de efectividad que tuvo este equipo.

Creo que a esa altura a todos sorprendió que comenzaran perdiendo el quinto partido por 7,  pero a nadie que el segundo cuarto se lo llevaran por 14 puntos y que de allí en más se encaminaran a una cómoda ventaja por 104 a 87. Ya habían hecho todo en los partidos anteriores y el último partido no era más que la afirmación de lo conseguido. Ahora, si me disculpan, me emocioné de nuevo y me tengo que ir a llorar al baño.