Todos recordamos «Escape a la victoria», película con Stallone, Pelé y Ardiles, en la que un equipo de prisioneros quiere tanto ganar un partido como escapar. De ahí su título en Argentina, siendo “Evasión o victoria” en la maniqueista España, o simplemente “Victory” (“Victoria”) (no confundir lo recién leído con la película “Victor Victoria”, que es otra y nada tiene que hacer en esta nota), en el inglés original, donde parece que escapar era lo de menos. Como probablemente sepan, el suceso real que inspiró dicha película está narrado en un capítulo de nuestro libro Pequeños Gigantes).
El caso es que, de modo completamente contrario, hubo en otra ocasión un partido de futbol en el que un equipo de hombres libres salió a la cancha, lo golearon, y encima sus jugadores terminaron presos. De ahí el título de esta nota en Argentina (siendo “Detención o derrota” en España, y “Defeat” en inglés).
Corría el siglo XIX. Corría precisamente porque lo venía apedreando de visitante el siglo XX, ya que era 1899. En el Imperio Otomano, el sultán Abdul Hamid había tenido una idea interesante: dado que los jóvenes cuando se juntaban podían tener ideas revolucionarias, y que cuando se practican deportes se liberan endorfinas que complican más la cosa, tanto la práctica de deportes grupales como la formación de clubes estaban vetadas a los jóvenes del Imperio.
Así que para esa época, las condiciones de “turco” y de “futbolista” que hoy en día no nos sorprenden en coincidencia sobre las personas de Omar Asad, Mohamed, Claudio García, Alul, Alí, Wehbe, Apud, o Huguito Maradona, en ese momento ostentaban un carácter oximorónico.
El fútbol había entrado en las tierras otomanas de la mano de los extranjeros, que eran los únicos que podían jugarlo. Por ello, los primeros equipos estaban integrados únicamente por residentes de la comunidad griega, trabajadores ingleses, franceses, y también por algunos armenios. Se jugaba en principio más en Salónica (hoy Grecia) y en Esmirna (anteayer Grecia) que en Constantinopla (mañana –visto desde esos tiempos- Estambul).
En Esmirna (hoy Izmir), la tierra de los famosos higos de Esmirna (en serio), estaba cumpliendo sus tareas de soldado un conscripto nacido en Constantinopla, Fuat Hüsnü Kayacan, quien será nuestro héroe de la nota.
Fuat vio un picadito entre ingleses y de repente, no queremos inventar cómo, terminó jugando. Quizás él pidió “¿puedo entrar?”, quizás ellos le dijeron “Do you want to come in?”, quizás se fue una pelota afuera y él la alcanzó con un remate genial, o quizás les entregó alguna hermana. No lo sabemos, insisto. En ese momento, como lo destacan en la Wikipedia turca y en muchísimos sitios y libros más, el soldado Fuat se convirtió en el primer futbolista turco de la historia. También luego sería el primer árbitro turco de la historia (arbitrando un partido en 1907 en el barrio conocido como Moda). Y también fue DT; y dirigente. Y persona.
La cosa es que, entre los ingleses del equipo esmeril (perdónenme por no tener ni la más remota idea del gentilicio de Esmirna), Fuat pasaba bien desapercibido para las autoridades. Inclusive porque los ingleses lo habían apodado «Bobby», nombre por el cual se lo conoció durante mucho tiempo dentro de las canchas. Cuando volvió a la capital, precisamente al barrio de Kadiköy en el lado asiático, se juntó con unos amigos y tuvo una idea que consideró genial para evadir la prohibición del establecimiento de clubes por parte de jóvenes turcos. “Vamos a armar un club, pero le ponemos un nombre que parezca inglés”. Y así, al mejor estilo All Boys, The Strongest, Wanderers, o New York Red Bulls, se les ocurrió ponerle al club el nombre de “Black Stockings”, es decir, medias negras.
Tras dos años de preparación en el anonimato más estricto, todo estaba listo para el debut. Fuat les había enseñado cómo se jugaba a sus amigos, desafiando la prohibición de un imperio que había sabido derrotar a los romanos y luego a conquistar media Europa. Llegó así el 26 de octubre de 1901 en que ocurrió su partido inaugural, contra un equipo de la comunidad griega. Los Black Stockings salieron a la cancha con medias de color negro. Los griegos no. O capaz sí.
El equipo griego no tuvo piedad y empezó a propinarle una paliza futbolística a los Black Stockings. Se estaban acabando los noventa minutos y el partido iba 5 a 0 para los visitantes. Trémulo de pavor, Fuat se pensó bravo, y con una estocada con chanfle (ya que las espadas otomanas son cimitarras, debemos suponer que una estocada en futbol allá, algo curvo tiene) puso el gol del honor. Cinco a Uno. Era poco, pero el sueño parecía empezar a hacerse posible. Era el punto de partida para algo mucho más grande que quizás vendría no mucho después.
Desde el alambrado, varios hinchas muy particulares se miraron socarronamente entre sí durante el gol. Fuat y los compañeros vieron cómo había unos cuántos espectadores presenciando el partido con sombrero e impermeable largo, pero la adrenalina del partido no les hizo sospechar nada. Cuando el juez se aprestaba a dar el pitazo final, inmediatamente saltaron a la cancha los espías de la policía otomana, que atraparon a cuanto jugador del Black Stocking pudieron. Y pudieron atrapar a todos, parece (salvo que alguno hubiera cambiado la camiseta con un griego, cosa que creemos que no pasó). Todos presos. La muerte del Black Stockings, el primer equipo turco integrado por turcos, en su primer y único partido.
Luego de esto, el futbol siguió prohibido durante algunos años, aunque la presión por parte de los jóvenes musulmanes fue cada vez mayor y finalmente, pocos años después, el futbol fue permitido y floreció. Algún boliviano sintió que ese florecimiento merecía un homenaje, y así bautizaron “Blooming” a un equipo del altiplano, porque significa “floreciente”, y porque es en inglés como el Black Stockings (seguramente no fue así, pero dudamos de que la explicación real del origen del nombre del club Blooming pueda tener más lógica que cualquier otra, por ejemplo, que ésta).
Fuat murió en 1963, ya en Estambul, ya en Turquía, ya con el futbol profesionalizado y la liga nacional establecida, pero sobre todo, con el servicio secreto del Imperio Otomano disuelto junto con el Imperio en sí. Kadiköy, barrio del Black Stockings, es el mismo lugar donde luego varios de sus jugadores ya liberados integrarían el primer equipo del Fenerbahce. Además, el partido debut y despedida de los Black Stockings tuvo lugar en un campito en el que hoy se erige el estadio del Fenerbahce. Pero Fuat persona estuvo mucho más cerca del Galatasaray: en 1908 se incorporó al equipo, sin darle bolilla a sus ex compañeros del Black Stockings, a los que primero sí había seguido cuando en 1905 fundaron el Kadiköy FC. Y si bien en 1912 se fue a trabajar a Inglaterra (donde también jugó al futbol en ligas menores en sus ratos libres) y cuando volvió en 1914 colaboró con el Fenerbahce, siendo técnico durante varios años, luego fue un importante dirigente del Galatasaray, donde fue condecorado y elevado a una categoría casi de prócer del club.
Galatasaray de 1908. Fuat es el que está parado más a la derecha de todo. Otros que aparecen en esta foto son grandes héroes aparecidos en nuestro sitio, como Ali Sami Yen y Emin Bülent Serdaroglu
Y para Ud ¿cuál fue la peor derrota del Black Stockings? ¿la derrota adentro de la cancha o la derrota también adentro de la cancha, pero de la libertad de sus jugadores? Para nosotros, derrota + derrota = victoria.
Un traidor ese Fuat!!!
:) es controvertido el tema! Los hinchas del Fenerbahce directamente dicen que su club se fundó en 1899 y que despues cambió 2 veces de nombre (apoyandose en que la cancha quedaba en el mismo lugar y que varios jugadores ya estaban en el Black Stockings), sin embargo, el que verdaderamente inventó el Black Stockings, Fuat, se quedó con esos compañeros en 1905 cuando fundaron el Kadikoy FC (tambien figura como Cadi-Keuy FC) que participó en un cuadrangular, pero se las tomó al Galatasaray, creo que invitado por Ahmet Robenson (otro heroe de 1911), donde fue figura y campeón. Por lo tanto, para mí es un antecedente el B.S. pero no es el mismo caso que otros clubes que han cambiado de nombre, pero en un acto institucional, como p.ej. cuando Independiente pasa de ser el IFC a ser el CAI.
Igual seguro lo dijiste jodiendo y yo acá respondiendo tantas cosas como un gil :)