La derrota del Barsa del otro día me pegó mal. Si bien ha ganado mucho, perder contra un equipo que sólo se defendió se siente muy fuerte como una derrota ideológica: los que dicen que jugar bien y ganar es imposible y que por eso es ridículo intentarlo sumaron otro puntito simbólico y tuvieron una tarde feliz (dentro de todo lo feliz que puede ser esa gente).
Otras épocas,. Los delfines no perdieron la chance de sacarse fotos con la pulga. ¿Pero lo bancan hoy? O son los típicos cetáceos panqueques?
Mi pasión por el Barcelona actual, como la de millones de personas en el mundo, se explica por la sencilla razón de que nos devolvió la ilusión de que ver fútbol (en carácter neutral) podría no ser siempre una actividad frustrante, soporífera e indignante. Veo fútbol internacional desde 1990, y durante más de una década me comí eurocopas, champions, mundiales y ligas premiums de niveles paupérrimos, donde siempre primaba la cobardía. El fútbol era uno de los pocos deportes en que los grandes partidos eran los peores, ya que los mejores equipos, al enfrentar a otros similares, decidían resguardarse y no arriesgar. Ya me había resignado a que el fútbol fuera eso: un deporte horrible de cagones de mierda. Me había hartado de ver a los equipos más técnicos, los jugadores más dotados, los millonarios más millonarios… apostando al error del rival, a una pelota parada, a un descuido. Las estrellas sólo hacían jugadas vistosas en las publicidades, y encima actuaban mal. Salvo algunas excepciones (en general poco exitosas), el fútbol parecía acaparado por la especulación. Y una idea rondaba en mi cabeza “Elegí el deporte equivocado”.
Hermenéutica del antifútbol
El fútbol es el deporte más cómodo para los especuladores, para los que no arriesgan y sólo tratan de capitalizar el riesgo del rival. En cualquier otro deporte dedicarse sólo a proteger la propia meta no conduce a nada, pero en el fútbol muchas veces sí. Y esto se debe a que en el balompié no hay una regulación ni una disposición estructural que te obligue a atacar para no perder. Es decir, en basketball se penaliza no cruzar la mitad de cancha, en tenis tenés que devolver porque si no es punto del rival, en natación si no nadás no sólo perdés sino que te morís (que es perder el partido de la vida). Lo que hay en el fútbol (y quizás sea lo que lo hace tan hermoso y tan horrible a la vez) es un contrato moral: para que el fútbol exista, al menos 1 de los dos debe atacar. Si ninguno ataca, no pasa absolutamente nada y el fútbol deja de tener sentido, se convierte en la mera observación impresionista de 22 personas disfrutando del contacto con el césped y al aire libre. Ésa es la famosa muerte del fútbol (y el fútbol ya murió varias veces, por eso es zombie como Muamba).
El antifútbol no es un problema cuando uno de los dos equipos es muy superior y su propia superioridad lo impulsa a atacar. El problema es cuando se enfrentan dos equipos parejos… ahí se ve quién es un profútbol y respeta el contrato moral y quién es antifútbol y aprovecha la valentía del otro para intentar buitrear algo. Cuando los dos son antifútbol es el peor escenario de todos y entonces se dan partidos como el histórico Juventus 0 Milan 0, final de la Champions2003, en la que jugaron 2 horas sin patear al arco.
Réquiem para el Pep Team
El Barcelona de Guardiola fue el primer equipo (al menos en los últimos 30 años) en mostrarnos que se podía arrasar en el fútbol arriesgando, poseyendo la pelota, pasándola a ras del piso y no entregándosela al rival para ver qué hacía. Así ganó 2 Champions, varias ligas, mundiales de clúbes, etcétera. Pero lo más impresionante fue que muchas veces humilló a rivales con tanto o más presupuesto, con tanto o más jugadores como si fueran amateurs. Algo que ya era difícil hace 30 o 40 años, el FCB lo consiguió ahora, en la era de la superprofesionalización, de los jugadores máquina, de la falta de espacio, de los sistemas defensivos ubicuos. Bailó varias veces a verdaderas selecciones del mundo como el Real Madrid o el Manchester United. Obligó a grandísimas estrellas del fútbol mundial a colgarse del travesaño como nunca imaginaron desde el primer minuto, como si fueran Yupanqui. El Pep Team tiró paredes, trianguló y configuró coreografías futbolísticas imposibles en milímetros cuadrados, ante la impotencia de los mejores defensores del mundo. Y además lo hicieron jugando con un grupo de jugadores enanos, pelados y/o escuálidos. El Barcelona del año pasado fue el mejor y más espectacular equipo de todos los tiempos. Pero creo que ayer este ciclo llegó a su fin. No pudo con la agudización de sus propias contradicciones, por la falta de un plan B y por el desgaste lógico. Quizás me equivoque y se generen unas modificaciones que no sólo lo mejoren sino que lo hagan aún más impresionante, pero hoy me cuesta creerlo. Lo anunciado por BSM desde hace meses se ha cumplido: El Barsa ha muerto.
¿Réquiem para el fútbol?
Lo otro que siempre me preocupa es el efecto contagio. Si bien creo que el Barcelona no llegó solo (hubo un clima de época que permitió que surgieran equipos como el Arsenal, como el Bayern Munich, incluso como el Manchester United. O que tuvieran protagonismo selecciones como la española, la alemana o la rusa dela Eurocopa2008) siempre fue el faro, el equipo modelo, el horizonte al que apuntar. Y si bien nadie intentaba, por imposible, emular al Barcelona, sí empezó a parecer posible para muchos que arriesgar y tratar bien la pelota podían ser no sólo gratificantes psíquicos o mimos al corazón sino herramientas para triunfar. Con este chasco europeo, posiblemente el amarretismo vuelva a ponerse de moda. Como pasa con Dios, si el Barsa muere, todo vuelve a estar permitido.
Los hinchas del antifútbol
El martes algunos festejaron esta derrota. Unos porque son meros estadistófilos. Gente que sólo ve los resúmenes de TyC (ni siquiera de Sportscenter) y se fija cada tanto cómo van los partidos en livescore. Lo que les interesa del deporte es la dinámica de perdedores y ganadores, sin importar el cómo. Para ellos es como seguir una telenovela y no hay nada que les agrade más que ver a los ganadores perder y a los ídolos derrumbarse. Podrían seguir cualquier deporte, pero por determinación geocultural les tocó el fútbol. También están los hinchapelotas, que odian lo que es amado por todos. Y por último están los que odian al mundo, como por ejemplo Niembro, y que son la racanera expresión burlona y desdeñosa del cinismo. Esa que te repite “no te esfuerces, no te arriesgues, el mundo es una mierda, agarrá tu parte y salí corriendo”. Odian la creación, la valentía, el esfuerzo por la excelencia. Necesitan la cobardía y la especulación porque sólo pueden reconocerse allí. El martes el fútbol les dio la razón. No será la última vez. Ojalá se mueran.
jp: casi haces llorar al jp santafesino.
Qué es este líquido que me sale del ojo? Conjuntivitis, pero podrían haber sido lágrimas genuinas. Gracias, JP. Gracias.
A veces lo que aburre es mejor dejar de ver. Es lo que me pasa con el Barça, del cual soy simpatizante. En estos últimos tiempos viendo al Barcelona, me parecía que veía siempre el mismo partido, el mismo futból, sin errores, sin variantes, con sus rivales tirados atrás, temerosos, con flojísimas defesas como todos los clubes europeos entre los cuales incluyo al FCB (se vió en las semifinales de la Champions).. Pero, analizo yo, hasta los mismo jugadores del Barça se aburrieron y comenzaron a jugar displicentemente, automáticamente, casí sin fervor, como adormecidos por su dominio del balón y, bueno, ya no le encontraron gusto al juego y se encontraron con una derrota que probablemente sacuda a los jugadores y al técnico, si es que sigue, para encontrarle otro sabor al TIKI, TIKI.
no coincido con la muerte del barca, ya le habia pasado lo mismo con el inter, si el exito de la filosofia elegida depende de un resultado, entonces no es tal (sin contar que casi todos los otros resultados de los ultimos 4 años fueron excelentes). justamente me parece que perdio con dignidad, que es lo mas dificil, por lo que deberia seguir en la misma linea, por que tendria que cambiar? o por que tendria que ganar siempre? ningun sistema gana siempre y eso hace emocionante al futbol tambien, si no seria un embole.
Guardiola se va, y para mí Guardiola fue importantísimo, va a ser imposible emular el fútbol que hemos visto. quizás con otro técnico siga ganando todo, pero no se va a llegar al nivel de excelencia de estos años. Esto ha sido un gran accidente.
Generalmente los técnicos dependen de los jugadores, de su calidad, de su inteligencia y su simpatía por el técnico. No se si el Getafe con su actual plantel y dirigid por Guardiola podría jugar como el Barça y acercarse a sus logros.