Ñuls 1 – CAI 1

Ya pasaron dos días del partido pero quería comentar algunas cositas.

Primero que nada tengo que decir que Independiente jugó muy bien. Sobre todo el primer tiempo donde tendría que haber hecho al menos un gol más. Lo mejor es  que hubo una idea muy clara de jugar siempre por abajo y tocar de primera cuando se pudiera. En el segundo tiempo no se atacó tanto, no obstante ñuls atacó aún menos y se encontró con el empate con una jugada bastante fortuita.

Fredes seguramente haciendo "la suya". Más adelante la explicación.

Pero quería recalcar principalmente el posible rescate de dos jugadores candidatazos a baldosear (uno ya lo ha hecho) y que ahora abrieron una mínima luz de esperanza:

1) Uno es el Pato Rodríguez. Jugó su mejor partido en el club cuando ya su tiempo parecía empezar a acabarse.  Por una vez se salió de su molde de talentoso inoperante y empezó a utilizar su habilidad al servicio del bien. Habitualmente Pato Rodríguez es el típico jugador malabarista pero al que no le sale una. Juega todas las pelotas de una manera muy globbertrotteramente, a veces no hace ningún lujo pero siempre se mueve exageradamente, como si estuviese todo el tiempo a punto de hacer una bicicleta ronaldinhesca aunque a veces sólo toque la pelota al costado. Después de aquel prometedor debut en una copa de verano contra Boca (…) siempre fue más lo malo que lo bueno de patito. Quizás metía un golazo o alguna pelota increíble pero después tenía 6 partidos de perder la pelota automáticamente y de maneras medio provocadoras. Provocadoras para el hincha de independiente, ya que en momentos algidos quizás intentaba hacer una super bicicleta invertida con caño incluido en la mitad de la cancha frente al banco de suplentes o cosas así, un gasto improductivo total como diría Bataille, pero para mal.

Buen control de balón

2) El otro es Fredes. Fredes es uno de los jugadores más frustrantes que han vestido la casaca roja. Es un jugador con mucha técnica pero que se complica al pedo, igual que el pato Rodriguez pero sin tanto movimiento corporal. Se convirtió en una clásica jugada Fredes («La de Fredes» le digo yo) aquella en la que gambetea muy bien a un jugador y luego teniendo el pase vuelve a querer gambetear (a veces incluso al mismo jugador que ya gambeteó) pero la pierde, se traba, se cae y golpea al rival. La gente lo putea y Fredes mira con cara de «pensé que esta vez sí me salía». Pareciera que cada vez que gambetea un rival se siente con una confianza extraordinaria que lo impulsa a volver a gambetear, a gambetear eternamente, seguro de que de ahí en más sólo le espera repetir el gol de diego a los ingleses en una especie de loop gambeteador ad eternum. Pero no.

Como anticipé antes Fredes ya baldoseó en Ucrania. Se juega sus últimas chances antes de empezar a baldosearla por lugares más lejanos y pérdidos.

Fredes baldoseando en el fútbol metalúrgico

Esperemos que este Independiente utópico que propone Garnero les permita a Fredes y al patito salirse de lo que parece ser su destino inexorable:  romperla en El Salvador como lo hicieran grandes de la cantera del rojo como Leonardo Pekarnik.