Argentina vs. Nigeria: otro análisis.

Qué jodido que es no mirar los canales deportivos todo el santo día en época de Mundial, sobre todo los días que juega Argentina. Creo que vi las imágenes de la conferencia de prensa de Maradona post-partido por lo menos cuatro veces (el chiste de la manzana fue bueno). Y en ese zapping cortito, del canal 16 al 19 ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta, escuché el mismo análisis veinte veces.

Un par de cosas en las que me sorprende que no se haya hecho demasiado hincapié: primero, la Selección formó con un clarísimo 4-2-4 (Jonás, Demichelis, Samuel y Heinze abajo, Verón y Mascherano en el medio, Tévez, Messi, Higuaín y Di María arriba), algo que, a priori, por supuesto me entusiasma. El problema es que en el medio de la cancha, por más que la idea sea que Di María y Tévez acompañen la subida de los laterales contrarios, y que Jonás se sume a la zona en la medida de lo posible, es muy difícil aguantar con dos tipos a un equipo que decide atacar con varios volantes. Sobre todo si uno de esos dos tipos es Verón, que por una lógica cuestión de edad, tiene un despliegue bastante limitado.

De todos modos, durante buena parte del partido Nigeria no atacó con tanta gente. ¿Maradona lo sabía? Yo creo que lo imaginaba, y en ese sentido el planteo fue un acierto, al punto de que si el primer tiempo terminaba 3 a 0 no había demasiado para objetar. Pero el arquero le sacó dos o tres pelotas imposibles a Messi, Higuaín no pudo meter dos muy claritas, y Nigeria llegó con vida hasta el final. Por eso, al ver que faltaban 20 minutos y todavía había esperanzas, los nigerianos empezaron a atacar un poco más, y ahí sí, se notó que el medio quedaba descompensado. No estoy muy de acuerdo con la mayoría de los comentaristas deportivos que hablan de reforzar la defensa. Yo creo que el problema es que el rival atraviese con tanta facilidad la mitad de la cancha, que llegue con pelota dominada después de recorrer varios metros, con todo el equipo retrocediendo y sin poder recuperar. Porque Mascherano es un león, pero, con Verón (encima cansado) al lado, queda muy solo. El cambio cantadísimo era Bolatti por Verón. O en todo caso, si la idea era que entrara Maxi, sacar a uno de los cuatro delanteros. O las dos cosas, en el mejor de los casos.

¿Jonás jugó bien? No, lo desbordaron bastante, pero creo que tiene que ver con esa idea de que se sume al medio, y que en definitiva se traduce en que no haga ni una cosa ni la otra. Me parece que si se le dice a Jonás que juegue como un lateral clásico, se acaba el problema. Pero también puede jugar Clemente ahí, o incluso un central, y la cosa no varía demasiado. Que lo saquen o no a Jonás no me parece tan determinante como entender hasta dónde el 4-2-4 puede funcionar con Verón, y cuando es momento de reforzarlo con alguien más de marca, o incluso con un cambio de esquema (4-3-3, supongamos). Yo creo que contra Nigeria funcionó bien durante más o menos 70 minutos, en los cuales Argentina pudo haber hecho 3 o 4 goles tranquilamente. Y que si eso hubiera pasado, el 4-2-4 hubiera funcionado sin problemas todo el partido. Pero gracias al arquero de ellos y a la ocasional mala puntería de los delanteros propios, Maradona debió haberlo reforzado o cambiado el esquema un poco antes.

De todos modos, obviamente me parece un buen debut. No creo que se haya sufrido tanto (solo dos o tres jugadas sobre el final), se crearon muchísimas situaciones de gol que por una cuestión puramente circunstancial no se concretaron (fue gracioso escuchar hoy a Niembro, siempre en busca de la polémica, diciendo que la Selección iba a tener que practicar definición, como si Messi e Higuaín no hubieran dado ya pruebas irrefutables de su calidad para definir), y, sobre todo, el frente de ataque mostró signos de buena salud, con un Messi inspiradísimo al que no le pesó la responsabilidad, pidió todas las pelotas y mereció hacer al menos dos goles. Di María mucho no apareció, pero ya va a aparecer. Con cuatro tipos adelante, lo bueno es que uno puede estar tranquilo porque sabe que alguno se va a iluminar. Y los cuatro pueden ser determinantes.

Ahora dicen que Corea es el cuco. Pero si la Selección sale a la cancha con tranquilidad, ese partido lo gana fácil, de la misma forma que debió haber ganado el de hoy.