Bola Sin Manija

Fundamentalistas de la verdad alternativa

Entre cuatro paredes

Hace unos pocos días, el paulista Alessandro Rosa Vieira era arrojado repetidamente al aire por un grupo de iraníes uniformados, que de esa manera lo despedían para siempre. La derrota de Brasil a manos y pies de Irán, por los octavos de final del mundial de futsal, fue la mayor sorpresa en la historia de los mundiales de fútbol sala, teniendo en cuenta que la verdeamarelha se había quedado con cinco de los siete mundiales (en los otros dos fue vice) y que Irán es una selección secundaria. A pesar de la euforia por el batacazo, los iraníes se hicieron un momento para interrumpir sus festejos y homenajear a Rosa Vieira, más conocido como Falcao, que ese día se retiraba del fútbol sala.

El fútbol sala suele sufrir, a menudo, comentarios despectivos sobre su desarrollo y la capacidad de sus jugadores. Se los trata como meros malabaristas de circo, como freaks que sólo saben hacer piruetas para entretener a las masas pero incapaces de entender y funcionar en un deporte tan complejo y aburrido como el fútbol asociación, el fútbol de once, el de campo. Se los trata de inútiles o de elementos de distracción que en nada contribuyen al enriquecimiento físico, intelectual o espiritual de la sociedad, aunque quizás con otras palabras.

En 2005, Falcao se dio el gran gusto de jugar fútbol no sala o futbol campo o fútbol estadio nada más y nada menos que en el San Pablo Fútbol Club. Sólo estuvo unos meses, pero los suficientes para ganar el Paulista y la Libertadores. El entrenador del equipo, el duro Emerson Leao, sólo lo hacía entrar esporádicamente, pero en el poco tiempo que estuvo en cancha Falcao demostró que podía jugar fuera de las cuatro paredes del fútbol sala y dentro de las cuatros paredes del fútbol estadio. La verdad es que no hizo gran cosa y este homenaje es basta excesivo; de hecho ni siquiera hay jugadas en video para mostrar.

¿Por qué no siguió? ¿Una hipótesis?
Falcao comentará más tarde que de haber querido hubiera continuado en el San Pablo, que de hecho le habían ofrecido 3 años más de contrato. Sin embargo, el crack decidió seguir con el Fútbol Sala … porque tenía muchos contratos de patrocinio. Años más tarde el dinero le daría nuevamente la espalda, o por primera vez en mucho tiempo, cuando el Santos (equipo donde jugaba) decidió cerrar su equipo de fútbol sala para pagarle la renovación a Neymar. Falcao se quedó solo y triste, sin equipo, o como dice él «sem equipe». La situación fue tildada por la prensa brasileña como «una fuerte metáfora», pero lamentablemente nadie supo decir de qué.

Final
Así fue la vida de Falcao. Se lució y mucho en el fútbol sala. En el fútbol campo no mucho, pero tampoco le puso mucha onda. Y de esta manera se va una historia sin épica ni conflicto, ¿la peor historia de la historia del deporte? Mucha gente dice que puede ser.

Un comentario el “Entre cuatro paredes

  1. jorgemhz
    28 de septiembre de 2016

    jajajaja. gracias a esta nota comprendí que el Falcao del futbol sala que se acaba de retirar no era Paulo Roberto Falcao que de viejo igual se animaba a la versión sala

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Esta entrada fue publicada en 28 de septiembre de 2016 por en Varios y etiquetada con , , , , , , .

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