Hay gente a la que simplemente no le dan un respiro. Edipo (en griego antiguo Οἰδίπους, cuyo significado es Pies hinchados) no terminó de matar al padre que ya tenía que arrancarse los ojos por haber desposado a su madre (disgresión: Edipo fue nombrado Heroe de Tebas por librarlos de la esfinge. Lo hizo contestándole dos acertijos. Ante esto, la esfinge se suicidó. Así de heroico todo). El rey Lear (muy boludamente) no se da cuenta que dos de sus hijas no son tan copadas como la tercera y termina vagando por Inglaterra, perseguido, sufriendo, echado reiteradas veces y viendo como todos mueren por su culpa. A Frodo lo atacó un compañero, se lo quiso comer una araña y le arrancó un dedo Gollum. ¡Todo mal!
Y un poco más arriba en la escala del dolor está la gente que realmente sufre y queda marcada de por vida por ser protagonista de un momento particular.
Tal es el caso de Peter Shilton, arquero inglés al que Maradona le convirtió dos medianamente conocidos goles. Si bien el segundo tal vez sea moderadamente más bonito, el primero fue el que se convirtió en una verdadera obsesión para Shilton, arquero que desarrolló la mayor parte de su carrera entre Leicester City y Notthingham Forest y tiene la mayor cantidad de presencias en la selección inglesa, con 250. O sea, tiene sus pergaminos. Pero nunca pudo realmente superar esto:
Ese partido del mundial 86 dejó un tendal de víctimas: volantes que se volvieron alcohólicos, defensores que se volvieron alcohólicos, alcohólicos que se volvieron sobrios. Pequeñas tragedias que no se alejan de lo que es el destino medio para cualquier jugador inglés. Pero para Shilton la vida tenía destinada una sal muy especial, de la que pocos jugadores pueden ufanarse: uno de los peores videojuegos de la historia, para Commodore 64, Amstrad y ZX Spectrum.
Peter Shilton’s Handball Maradona! es un intento descarado por parte del desarrollador Argus Press (salvo en la versión que tiene la cara de Shilton en la tapa, que sería un intento «carado») de aprovecharse del quilombo ocasionado por Maradona con ese gol para levantar unos mangos. Agarró un juego ya desarrollado, le hizo un par de retoques y lo sacó para aprovechar el momento (este dato lo leí en algún lado, pero no lo puedo encontrar y no lo tengo confirmado. No importa, ¡así nacen las leyendas!). Y supuso que la mejor forma de hacerlo era con un juego espantoso, aburrido, lento, con mal sonido aun para le época y peores intenciones.
En el «juego», uno controla al arquero (no, no es Shilton) de uno de los 16 equipos incluídos, y debe derrotar a los otros 15 equipos. En vez de jugar el partido completo, sólo se juegan las situaciones de gol (entre 4 y 5) correspondientes a cada uno de los dos tiempos y cada uno de los dos equipos (en el fútbol argentino el juego sería mucho más corto, pero igual de horrible). En caso de hacer menos goles que su rival, uno pierde. En caso de hacer más, gana. En caso de hacer igual, empata. De suceder algo distinto a esto, es que se colgó la máquina.
Bueno, no les saco más tiempo con esto. Pueden bajarse el juego COMPLETO (pesa menos que cualquiera de las imágenes que usé arriba) de acá: ACÁ. Ideal para pasar una tarde de sábado, si son seres tristes, grises, aburridos, sin vida social, amigos o una ventana de la cual saltar cerca.
Buenísimo! No tenía idea de estas curiosidades. Cada día más groso PatUpma
genial!