Una vez más, como todos los años, se realizó la gala anual de los BSM Awards, los premios que BSM entrega a lo mejor del deporte del año que se va. Una fiesta impresionante, donde todos se hicieron presentes para recibir sus premios y disfrutar de una fiesta inolvidable.
Al ritmo del chocar de las copas de champagne, los premios y las sorpresas se empezaron a suceder, todo matizado con grandes shows musicales. La noche arrancó con un amigo de la casa, Facho Castaña, que le puso color y picardía a la gala con «La reina de la bailanta». Ahí Juan Román hacía el pasito del Topo Giggio mirando hacia la mesa donde Carlos Bianchi y su señora Margarita reían junto a Radamel Falcao y Cristiano Ronaldo.
El premio que inauguró la seguidilla fue al «Campeón más desagradable del año», que el Chelsea (campeón de la Champions League) se llevó relegando a Vélez, a Asociación Brandsen, al Real Madrid y a la selección de Kabaddi de la India. Mario Balotelli entregó el galardón en mano al Ruso Abramovich, el legendario lateral de Boca, ante las atentas miradas de Ricardo Gareca y el embajador de la India. El portugués Mourinho y el inglés Verón se retiraron inmediatamente con cara de pocos amigos, cruzando miradas fulminantes con un muy bronceado de cama solar Pablo Lunati que recién ingresaba al predio.
La segunda estatuilla de la noche fue para Los Pumas en la sección «Mejor fracaso digno del año», premio recibido por Felipe Contepomi de manos del Pochi Chavez ante la resentida mirada de Del Potro, Nalbandian y Pico Mónaco, todos sentados en distintas mesas en los puntos extremos del salón.
Y llegó uno de los momentos emotivos de la noche cuando Samir Nasri, el francés del Manchester City, recibió, entre lágrimas, el premio al «Jugador más tierno del año». Se lo entregó Riquelme (poseído por los espíritus de Julio Grondona y de Carlos Menem) y los otros dos ternados fueron Chavez Jr (que tendría revancha más adelante) y el ichocruceño Bruno Labaque.
Ya el alcohol en sangre impedía el manejo legal de un automóvil cuando los Altos Cumbieros hicieron bailar a todos, haciendo una ronda con Lunati y Bianchi en el centro tirando pasos de murga, mientras todos hacían palmas y gritaban «mueva, mueva…».
Llegó el momento de premiar al «Mejor peor técnico del año» y no hubo dudas: Juan Ramón Carrasco batió sin miramentos a un Ferguson con la cara más roja que nunca, un Caruso Lombardi que gritaba que estaba todo arreglado y un Palermo vestido de mujer para engalanar la ocasión. Entregó CR7 y agradeció JR poseído otra vez por el juguetón espíritu de Don Julio, que si bien no está muerto, lo estará proximamente.
Y fue el momento de la sorpresa de la noche: el premio al «Mejor jugador del torneo local del año». Y arrasó Pablo Lunati, quien mejor jugó en todo el campeonato y el único que dio espectáculo, con el arbitraje que le gusta a la gente. Entregó Johan Cruyff, un lujo.
La revelación se la llevó Paula Moreno Frers, estrella del ping pong con obstáculos (y 6ta del ránking mundial), quien relegó al ostracismo a Sebastián Crismanich, de la disciplina del taekwondo, y al chancho Ale Rodriguez, figura en el mundial de kabaddi unos días atrás.
Fue entonces el turno de que Cristián Castro nos hiciera saltar a todos con «Lloviendo estrellas» y Jumagu, el presidente de facto de la AAPPO, sacó a bailar a un Crismanich ya distendido luego de perder su terna. Bailaron como nadie y terminaron con un piquito ante la insistencia de la gente. Un momento imborrable.
Y llegó el turno del «Duelo del año». Caruso y Tinelli, Juan Román y Falcioni, Arias y Completa y Messi y «Carucha» Muller se rindieron a los pies de Maravilla Martinez y Chavez Jr. El español Martinez recibió la distinción de manos de Radamel Falcao, quien ya empezaba a robarse la noche con su simpatía y su putez. El Junior, con los ojos inyectados en sangre, intentó desafiar a Maravilla para continuar el duelo mediático pero rápidamente lo tranquilizó su padre, el gran Julio César Chavez, con un beso en la boca. Completa se rió hacia sus adentros con su habitual timidez y caballerosidad.
Más tarde, el plantel de Huracán fue premiado como «Mejor plantel volteador de técnicos» dejándole un sabor amargo en la boca a Riquelme, que deseaba mucho ese premio, y la única satisfacción de la noche para Caruso Lombardi, que se tomó una pequeña revancha de Botinelli y compañía. Entregó Don Julio y recibió Barrientos, dos referentes de lo que es el futbol argentino hoy.
El «Boludo del año» fue para el Beto Alonso, tal vez uno de los galardones más merecidos y, de alguna manera, un premio a la trayectoria. Se quedaron con las ganas Sanfilipo, Crespi (vice de Boca) y Daniel Alberto Passarella. Todos lo merecían. Todos son ganadores, bah todos son boludos. Hizo entrega del premio Adolfo Perez Esquivel.
Otra vez llegó la música y Emanuel hizo subir al escenario a Caruso Lombardi para cantar a dúo «La chica de humo». Ya la fiesta llegaba a su punto más alto y Perez Esquivel, con su corbata como vincha, saltaba abrazado a Johan Cruyff y Pablo Lunati gritando «…y yo qué sé dónde va, dónde vive y cómo se llama…».
Y un nuevo momento esperado y emotivo, el premio Cupido a la «Mejor pareja del año». Cubero y Nicole, muy elegantes, esperaban ansiosos el reconocimiento. CR7 se agarraba la mano a sí mismo de los nervios. Pero el premio se lo llevaron el Cholo Simeone y Radamel Falcao, sin dudas, la pareja que mejor llevó su amor al verde césped, con excelentes resultados. Otra pareja modelo, Fernando Gago y Gisella Dulko, les hicieron entrega del codiciado galardón.
El premio Evatest al «Mejor embarazo del año» fue compartido por Lio Messi (padre de Thiago) y Diego Armando Maradona (que embarazó a su novia y huyó a Dubai), quienes se fundieron en un abrazo y se tiraron flores entre ellos, elogiándose sus respectivos sémenes. Un momento único y tal vez irrepetible, que se tornó todavía más increíble al ser entregado por Cristina y Obama. Muchos lloraron.
Bajó un poco la tensión emotiva y Shin Alam se llevó la estatuilla de «Mejor oriental del año», relegando a Liu Song, a Shokida, al Chino Tapia (de El show del futbol) y al Chino Tapia (de La Guarida). Entregó otro oriental, Víctor Hugo Morales. Y se desató la fiesta nuevamente: Shin Alam subió al escenario a cantar Gangnam Style junto a su compatriota (que nos engalanó con su presencia) y todos a bailar el pasito del caballo. Los mejores, a mi gusto, Cristina y Don Julio, aunque el Beto Alonso y Sanfilipo no se quedaron atrás a la hora de saltar como un simpático equino.
Y llegó el momento más esperado el BSM de oro, también conocido como el premio al «Deportista más lindo desde el punto de vista masculino». Los nominados fueron: Maravilla Martinez, ganador del año pasado; Paolo Guerrero, figura del Corinthians campeón mundial; Ozgur Yankaya, árbitro turco; Roger Federer; Leandro Paredes, jugador de Boca; Camille Lacourt, nadador francés y Ekam Hathur, stopper de la selección de India de kabaddi. Y el ganador fue…PAOLO GUERRERO, quien se lleva la corona y será por todo el 2013, el hombre más lindo desde el punto de vista masculino.
Y se fue la fiesta. Una noche a pura emoción, plagada de alegrías y llantos. Y se fue a todo ritmo, con Sergio Denis cantando junto a Falcao, Riquelme, Don Julio, Mostaza Merlo, Cruyff y Perez Esquivel, «Te quiero tanto». Hasta el año próximo.
Mucha emoción, feliz año para todos
Feliz año, abrazo!!