En minutos nada más, en breves instantes casi o tal vez hace ya horas, días, semanas o quinquenios (dependiendo de cuando usted, amable lector, este leyendo este artículo) un nuevo campeonato de la primera división del fútbol argentino va a comenzar. No será un campeonato más, no señor. Es un campeonato nuevo, todo distinto, en el cual los popes (por no decir los bofes) de la AFA invirtieron cientos de horas de pensamiento para lograr un sistema de competencia totalmente renovado, emocionante, nunca visto.
Por ejemplo, ya no tenemos campeonatos Apertura y Clausura de diecinueve fechas, ahora tenemos campeonatos Inicial y Final… de diecinueve fechas. Y se terminó la mentira patética de los dos descensos por promedio, con dos promociones. Ahora son tres descensos… por promedio. ¡Todo renovado!
Y ya no tendremos dos campeones al año, ahora tendremos… bueno, sí, dos campeones al año, uno por torneo. Pero que se enfrentarán en una ¡Superfinal para definir al SUPERCAMPEÓN! en la que podremos ver a Benji, Tom y Oliver desplegar todo su superfútbol para lograr superanotaciones, superatajadas y superemociones en supercerosaceros con definición por penales. O por superpenales, el reglamento no es claro en ese aspecto. Perdón, el superreglamento.
Pero las mentes brillantes (o abrillantadas, por lo intragables) de la AFA nunca descansan y ya preparan nuevas formas de salir campeón para que todos los equipos puedan ser campeones en la misma temporada y así evitar que se les genere un trauma. Para esto, analizan para la próxima temporada, agregar los siguientes campeones:
Campeón Caruso Lombardi
Se le da a Caruso Lombardi si sale campeón, si no sale campeón, si desciende, si no desciende, si dirige o si no dirige, si es echado o si es mantenido en su cargo. Se espera que lo reciba con lágrimas en los ojos mientras se queja del fixture del torneo de la primera división de Borneo, armado claramente para perjudicar al equipo argentino al que esté (o no) dirigiendo.
Campeón de la vida
Campeonato hermoso, metafórico, lleno de buen juego entregado a aquel entrenador o jugador que, en conferencia de prensa o entrevista post partido, mejor logre utilizar la bien llamada “Metáfora de la vida” para justificar una pésima actuación, un escándalo con caída de un 7mo piso o no haber pagado la cuenta de la luz. Puntos extra si justifica una salida a Esperanto. Aunque no sabemos bien qué significa “puntos extra” si lo que le dan es un trofeo.
Campeón Indiana Jones
Campeonato ganado por todo aquel equipo que logre completar un viaje por el norte de Sur América (también conocido como el sur de Norte América, el medio de Todo América y “cosa no blanca” en lenguaje esquimal) sin quedar varado comiendo comida para ratas. Está bueno para imaginárselo con el mapa en el que se va marcando el recorrido.
Campeón Kevin creciendo con amor
Será aquel equipo que contra toda lógica, sentido del buen gusto, la estética e instinto de autoconservación le de el gusto (suponemos que de puro bondadoso) a Jonathan Bottinelli* de seguir jugando al fútbol en Primera División. Debe ser entregado con un gesto benevolente y mordiendose los labios con la típica expresión de “¡Qué boludos!”.
Campeón Chica material
Entregado a todo equipo que pueda demostrar que sus jugadores están compuestos por materia, atomos, moléculas o algo así. En caso de no poder demostrarlo, se considera aceptable decirlo con mucha convicción y prometiendo que uno no está mintiendo.
* Investigando (?) para esta nota nos dimos cuenta que en Wikipedia figura la fecha de nacimiento de Bottinelli pero no la de su defunción. Alguien debería agregarla.
excelente. Estamos cansados del concepto de campeón. Esto sí es la renovación del fútbol argentino que la AFA necesita
Lo que sí, no me gustan los chistes con personas que no pueden defenderse, y por respeto a su familia