En el mejor (y único) partido del año del fútbol local (?) Villa La Ñata (el equipo de Scioli) derrotó por 10 a 5 a Boca, que contó en sus filas con Mauricio (los del Pro nos llamamos entre nosotros sólo por el nombre). El partido fue, increíble y misteriosamente, transmitido en vivo por C5N, con relatos de Nacho Goano y comentarios de Edu Feinmann (!) (también conocido como el Feinmann más garca, el Feinmann más boludo o simplemente el Feinmann no-lesbiana). La abstinencia por la falta de fútbol (efecto colateral del Futbol para Todos) hizo que todos los TT se refirieran a tal apasionante match. Seguramente quienes siempre buscan ensuciar políticamente la frescura de los eventos deportivos dirán que fue un gesto político de cara a 2015 (mientras Cristina estaba internada para ser intervenida quirúrgicamente por un no-cáncer). Nosotros preferimos analizar lo deportivo. Un Mauri que mostró una vez más que billetera mata talento y que para llegar lejos en la vida siempre es bueno ser “hijo de”. Scioli, en cambio, dejó evidenciar su esencia de deportista (si bien la motonáutica no es deporte) corriendo todo el partido e incluso convirtiendo un gol en el que definió como con la mano. Otra nota de color fue que el partido lo arbitró Brazenas en su vuelta al fútbol después de la recordada final Vélez-Huracán de 2009, quien también hizo declaraciones pidiendo disculpas “si lastimé a alguien”. Qué casualidad que haya salido a hablar después de que el lunes en BSM radio, yo (personalmente) lo haya denunciado (y agradecido) como “el árbitro del poder”. En definitiva, todo se cerró con un abrazo (partido) entre Mauricio y Daniel y un escalofrío corriendo por el cuerpo de todos los argentinos, que igualmente supimos priorizar lo importante y agradecer la vuelta del fútbol.
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