Seguramente pronto trataré de hacer un pequeño análisis de River, su momento y su futuro, siguiendo un riguroso criterio científico: el católico apostólico romano regido por la fé (entiendanme, por el momento lo que más me motiva de River es el estimulo religioso de un cierto fanatismo medio boludón).
Pero hay otro tema que me parece más grave, más digno de mención, más enemigo de las artes y las buenas costumbres. ¿Se dieron cuenta de lo BUCHONES que son los periodistas deportivos? Estimo que sí, pero no sé si habrán recalado en un relativamente nuevo modo de buchonería que es casi un deporte: el nombramiento compulsivo de jueces de línea.
Al respecto, nos dice M.C. de Villa Luro: “yo no sé por que me pasa, pero no puedo evitarlo. Es una compulsión neurótica. Cada vez que veo que un juez de línea equivocarse no puedo contenerme y tengo que gritar su nombre a los cuatro vientes. Ya sé que no suma nada, que no cambia lo que pasa en la cancha, que solo ensucio a un tipo que seguramente se equivocó honestamente. Pero bueno, yo soy así, me gusta hacer quedar mal a otros. Ahora estoy viendo si puedo decir también la dirección de la casa, para que lo vayan a buscar. De onda.”
Y es que es así, como nos dice MC: ante cada error, offside mal cobrado, lateral sacado unos metros más adelante, el relator se indignará, pedirá al buchon se segunda selección que está al lado del campo de juego que le diga el nombre (y profesión, en general) y luego terminará la BUCHONEADA con una frase del rango de “Ay, mamita” a “Y, bueno, si no ve bien, que siga vendiendo bulones” (esto último aplica solo en caso de que tenga una ferretería o venda municipios del conurbano bonaerense).
En el estilo Fantino que tanto nos gusta, siguiendo su criterio de televisión verdad, nos hemos permitido reproducir un diálogo escuchado en una cancha de Primera A. No pudimos grabarlo (el micrófono tenía pelusa y se escucha mal) pero transcribimos lo que más o menos nos acordarmos que se dijo, casi sin cambiarlo para que se adapte a nuestro discurso:
MA: Offside clarísimo! No entiendo cómo el juez de línea, cipayo del capitalismo más mezquino, no lo vio! Decime, M*, ¿cómo se llama el asesinodeniñosreciénnacidosjuez de línea que marca el ataque de ese lado?
M: Roforldo Rolf, tiene 43 años y una buloneria en Boulogne.
MA: Ay, mamita… decile que siga vendiendo bulones… que le conviene… que por ahí a la salida, cuándo se va en su Fiat Fiorino azul, patente WXG 416 lo agarran unos muchachos y le dan una golpiza y no estaría bien, pero estaría justificado… Igual, un error lo tiene cualquiera… pero que tardecita, eh, la del nazi viola ancianas Rolf!
No decimos, por supuesto, que haya que dejar pasar todos los errores y no analizar nada. Pero, por ahí, no es necesario estigmatizarlos, dar los nombres, BUCHONEARLOS de forma tan violenta. Son seres humanos que se equivocan. Ojala, cada vez menos, pero no ayuda a nadie el ridículo público. Solo genera violencia.
En la próxima entrega… “Che, por ahí no es necesario repetir doce veces la jugada esa en la que el jugador le erró al arco pero bueno, ya estaba anulada desde antes”
titi fernandez (y muchos otros) hizo su carrera en base a eso: chupar las medias de quien necesita una nota (generalmente un jugador) y buchonear y bardear a quien no tiene una hinchada que lo apoye (generalmente un arbitro)
¿alguien escuchaba el maravilloso programa de El Alargue en la Red cuando estaba la dupla de Quique Duplaá y Gustavo Lopez Grisolía? ese fue un programa antipodístico al titífernandismo, increible que TyC mismo lo permitiera, bien antisistema, con 2 tipos que sostenían, por ejemplo, que Batistuta era un perro.
Otra cosa que me saca es la buchonería del camar´grafo/director de cámaras, cuando agarran a un técnico fumendo y la posterior recontrabuchoneada el relator diciendo «Fulanito, no se puede fumar…»
Bienvenido Patricio de UPMA, hincha de River, colocador de alfombras (MN87231).