La selección coreana (del norte) de fútbol fue castigada por su mal papel en el mundial de Sudáfrica, de un modo que oscila entre lo terrible, lo dictatorial, lo cómico y lo justo. Según informó la radio Free Asia, la selección fue «condenada» a pararse seis horas frente al Palacio de Cultura Popular de Pyongyang -la capital del curioso semipaís- para ser insultados por la gente. Suponemos que la gente está obligada a hacerlo si no quiere recibir un castigo similar. Y así.
La justificación es que traicionaron al líder Kim Jong «King Kong» Il con su pésima actuación. Ya no podemos pensar que el fútbol no les importa.
Jong Tae-se, conocido como el Rooney asiático, fue el único que se salvó del castigo. Cómo lo reconocemos nosotros? Por ser el que lloró escuchando el himno, seguramente recordando cual perro de Pavlov cómo la policía norcoreana lo azotaba de niño al son de la canción patria. Desde aquí, nuestro saludo y a seguir luchando!
Ja, posteaste exactamente lo mismo que yo!
El llorón según tengo entendido, nunca vivió en norcorea. es un caso medio extraño-
JAJA.. qué ñato ! hay un post igual abajo!!!
igual dejalo, está bueno!
jaja, malisimo
me fijé especialmente para no repetir, y no lo vi!!
jaja.. no te preocupes, a cualquiera le puede pasar, yo estoy preparando uno sobre Alfito Basile muy original…
eh?
uh !!…
me quedo entre lo comico y lo justo :)