Messi nos está queriendo decir algo, tiene alguna cosa atragantada que nos quiere expresar pero que no puede. Y sabemos que en los seres humanos, lo que no sale en forma de palabras, sale en forma de vómitos. El equipo de psicoinvestigación de BSM llegó a la conclusión de que la causa no sale de una de estas cinco hipótesis (las restantes fueron descartadas por su inverosimilitud):
1- Messi no va a jugar el Mundial, está esperando a los días previos para decirnos: «Saben qué? Ahora me la chupan todos los argentinos que me criticaron, a ver cómo les va con el inteligente planteo de Sabella y el gran grupo humano pero sin mí…».
2- Lio está podrido de España, de Cataluña y de toda esa mierda del «Barcelona, mes que un club» y tiene ganas de volver a la Argentina. Por eso empezó a devolver.
3- Messi es gay y no sabe cómo decirlo, cree que ya llegó demasiado lejos con la mentira de Antonella y Thiago y en verdad quiere que CR7 le gane el Balón de Oro del amor.
4- Debido a los excesos en la administración de la hormona de crecimiento, el enano fascista que él (como toda la clase media argentina) lleva adentro creció demasiado y está empezando a salir de su cuerpo como un alien.
5- Messi está embarazado y teme decirlo. Piensa que su familia no lo va a entender, dada su ascendencia católica.
Para mí son todas complementarias.