No, no estamos cuestionando la pérdida del invictus de Falcionius hace pocas horas. Tampoco estamos preguntándonos si Nico Domingo se come banco con justicia o habría que hacer algo en su defensa. Estamos hablando de aquel Boca de lo que hoy ya es el ayer, y de un River de ensueño, que hoy parece tan lejano como una reencarnación anterior.
Para llevarnos hasta esos días, escuchemos a un loco que quiere que River gane un superclásico con un gol de cabeza de su arquero; luego a un apuesto joven de simpático peinado que nos iluminará acerca de las falencias de uno y los lujos del otro, para finalmente darle cámara por un segundo a un pelilargo que hace un análisis profundísimo.
Hoy en día, el muchacho del medio escribe una nota sobre él mismo en BSM, vaya actitud condenable la autorreferencia. Con ustedes, el video: