Clásicos modernos

El «Conejo» Alberto Tarantini (quien presenta durante este mes su espectáculo «Gershwin y Piazzolla») no es el único exjugador que se ha decidido a reversionar grandes clásicos, dándole, por así decirlo, un toque más futbolero (?). Investigando, descubrimos varios, incluso un exdirigente:

«Hugo Romeo Guerra presenta ´Quisiera ser un PES´, un álbum donde desarrolla la influencia de la play-station en el jugador moderno. Incluye ´Señales de humo´, un tema dedicado a Caruso Lombardi y ´Me sube la eritropoyetina´, sobre un romance en el Tour de France.

«Satanás Paez, por su parte, le canta al técnico de Alemania (´Mariposa técnico-Low´), a un exgoleador tripero (´Tumbas de Lagorio´) y nos deleita con ´11 y 6´, un romance entre un wing izquierdo y un segundo central que se conocen en el medio de una obstrucción del central durante un pique en diagonal del puntero.

«Bob Iarley presenta su álbum «Bernardo Leyenda» con temas como ´No Cappa no cry´ y ´I shot Castrilli the sheriff´.

«El ´Indiecito´ Solari le pone su sello (amargo y frío) a temas como ´Rock para el negro Avila´, ´Un poco de futbol francés´, ´Héroe del whisky´(en homenaje al Coco Basile) y ´La bestia Llop´ (un recorrido por la vasta y exitosa trayectoria del Chocho).

«Joaquín Savino nos trae toda su demagogia con grandes éxitos como ´19 Ramón Díaz y 500 Mouches´, ´El diario no hablaba de Eto´o (Eclipse de Aimar)´ o ´Nos sobran los Militos´.

Un género que desde Jah Sandro llegó para quedarse.