El deporte y la política, gracias a Dios, siempre se mantuvieron alejados. Así lo prueba el espíritu olímpico de los juegos de Berlin´36, Munich´72, Moscú´80 o Los Angeles´84, por citar algunos ejemplos. También se aplica esto a los Mundiales de fútbol, por ejemplo Italia´34 y Argentina´78, donde los gobiernos dieron todo su apoyo al deporte pero sin inmiscuirse en el juego ni pretender sacarle ningún tipo de rédito político o económico. Recordemos una anécdota del segundo Mundial donde se pretendió ensuciar al campeón Italia pero eso no fue posible. Ante la mirada de Mussollini, la semifinal Italia-Austria era un partido parejo. En una jugada sobre el final, el austríaco Sindelar, «el bailarín de papel» avanzaba solo hacia el arco rival para definir el partido cuando de golpe sufrió un desmayo y se desplomó sobre el campo. Los detractores pensarán que Italia aprovechó esa situación, sin embargo no, por el contrario el cuerpo médico italiano rápidamente se ocupó de atenderlo y retirarlo del campo para continuar su atención, ante la demora del cuerpo médico visitante (más tarde intentaron justificarse diciendo que en ese momento eran maniatados a punta de fusil por dos soldados del Duce). El partido pudo continuar por suerte y el destino quiso que lo ganara Italia, así es el fútbol. Los críticos de siempre salieron a denunciar que Sindelar tenía una herida de bala en el pecho, cosa que nunca pudo ser probada, principalmente porque nunca más se lo volvió a ver con vida. Se dice que murió ahogado mientras realizaba una travesía a nado por el mar Artico. Una vez más, el deporte y la solidaridad derrotaron a los sembradores de odio de siempre.
Clap clap clap
Uhhhhhh pobre Sindelar!!!
Igual mira justo (en el espacio y en el tiempo) donde fue a jugar el mundial, no?, no tenia muchas chances!!!
«El hombre que décadas más tarde sería votado como el deportista austriaco del siglo nació en el seno de una familia judía pobre y comenzó a jugar fútbol en las calles de Viena, donde se ganaría el apodo de Hombre de Papel por su extraordinaria habilidad para pasar entre los defensores rivales.»
http://es.wikipedia.org/wiki/Matthias_Sindelar