Buenos Aires, Concordia, Salto, Artigas, Quaraí, Santana do Livramento, Rosário do Sul, Porto Alegre.
Enviado especial
El móvil 4 con dos integrantes de BSM se trasladó a Porto Alegre para vivir desde adentro Brasil 2014 y asistir al encuentro mundialista entre Argelia y Corea, el a priori catalogado por nosotros como “el mejor partido del Mundial”, y no nos equivocamos.
Todo comenzó el viernes 20 de junio a las 3 AM. Partimos en auto hacia nuestro destino. A eso de las 8 AM llegamos a la frontera con Uruguay en Concordia-Salto. En medio del camino en Uruguay, nos encontramos con el fantasma del 50. De allí enfilamos por una ruta hecha mierda hacia la ciudad de Artigas, fronteriza con Quaraí, en Brasil. Cruzamos un puente, y de golpe, estábamos en Brasil 2014. Nos dimos cuenta por un escueto cartel que así lo afirmaba y por los prominentes culos de los maniquíes de las tiendas de ropa del lado brasileño. El sueño era casi real.
En medio de la ruta nos paró la policía para preguntarnos y revisarnos. Jorge les explicó todo, hasta que habíamos escrito un libro con un capítulo dedicado a un equipo de una ciudad cercana a Porto Alegre. Los policías terminaron solidarizándose con nuestra causa y cuestionando el hecho de que hubiéramos tenido que pagar por las entradas del partido que íbamos a cubrir.
Se hicieron las 13 horas, y como el plan lo prevía, debíamos parar en el pueblo que fuera para ver el partido de turno. Vimos la histórica pecheada de Italia sobre Costa Rica por 0-1 en Santana do Livramento mientras comimos unos xis. Luego teníamos una hora para avanzar hasta que tuviéramos que ver el próximo partido. El mismo fue Francia 5-Suiza 2, y nos tocó verlo en una estación de servicio de Rosário do Sul, donde nos pusieron especialmente un banco largo para verlo y unos conos para protegernos de la embestida de los vehículos que fueran a cargar gasolina. El tercer partido nos tocó en otra estación de servicio, en el medio de la nada, de parados, en una tele que no se veía, y que obligaba a alguien a subirse a la terraza a ajustar, lo que ocurrió varias veces sin éxito. De allí en más, seguimos camino hasta llegar a última hora a Porto Alegre, a la casa de nuestro hospedador, un esperantohablante que dada la solidaridad entre esperantistas, implicaba que practicáramos nuestros nulos conocimientos de la lengua para justificar nuestra presencia en su hogar, cosa que hicimos durante el viaje.
Esta es la crónica audiovisual de este periplo. Y luego, un álbum de fotos de esta primera parte.
Quaraí-Santana do livramento? Hicieron kilómetros al santo botón, pero está bien, todo sea por la noticia
jaja, vos decís? puede ser
más hizo suárez
pensé lo mismo, Javier, pero después pensé que tendrían que haber manejado por rutas uruguayas y les di la razón