Ah, qué podrido está el futbol argentino. Yo sigo pensando que la culpa es del bidón de Branco, los triunfos legitiman cualquier cosa, cualquier boludez. El jugador ya no es «lo más sano» del futbol: está claro que son cómplices de los «hombres de negocios» (mal llamados «representantes», también conocidos como «sucias ratas de alcantarilla»), personas que tratan por todos los medios de ganar unos pesos más, evadiendo impuestos, lavando dinero o matando a sus madres. También de los «hinchas apasionados» (mal llamados «barrabravas», también conocidos como «no te la aguantás sin bazookas ni tanques de guerra»), delincuentes mercenarios que hoy se suben a un paraavalancha, mañana te rompen una huelga docente y pasado matan a Mariano Ferreyra, todo por el mismo (alto) precio. Bueno, y no hablemos de los dirigentes, encabezados por el humilde ferretero de Sarandí, que, al mejor estilo Clarín con el Estado, aumentan las deudas de los clubes y disminuyen las suyas propias. Y nosotros, los hinchas no-apasionados? Bueno, hacemos lo que podemos, de vez en cuando aplaudimos a la barra, cantamos que «son todos bolivianos y paraguayos» o que «no te la aguantás sin fierros». Por suerte, está la policía al servicio de la comunidad. Bueno, no, en verdad ellos también son cómplices, no de los jugadores pero sí de los barras y de los dirigentes (del futbol y de las instituciones). Ah pero está Sergio Marchi, él sí es un adalid de la justicia. Bueno, no, sale a hablar y a parar el futbol sólo cuando le conviene y las papas queman pero sabe bien dónde no hay que meterse.
Qué es, hoy en día, «lo más sano del futbol», entonces? Son aquellos a los que todos los otros, delincuentes y cómplices, se unen para putearlos. Son los únicos analizados con lupa por el mundo del futbol y que si fallan en 10 cm un orsai (lo cual ya no es una falla por las leyes de la física) son catalogados mínimamente como «pésimos», «horribles» y máximamente como «ladrones», mientras los policías Tití y Benedetto dan su edad, profesión, número de hijos y dirección de su casa para que las personas de bien vayan a buscarlos y hacer justicia en serio. Ah me había olvidado del periodismo, la reserva moral del país. Matan a un árbitro con cara de valientes y comprometidos pero no critican a un jugador a ver si después no les da una nota. O los acusan de cobardes pero después dicen que nunca conocieron un barrabrava.
Entre toda esa mierda, los árbitros han desarrollado nietzcheanamente una gran capacidad para mejorar. Del Castrilli policía por momentos y justiciero por otros, funcional al avance tecnológico de TyC y la pelotudez del telebeam, pasando por el Baldassi, cordobés conversador y reivindicador del siga-siga, llegando al día de hoy al Lunati artista, ya protagonista él en sí mismo de los partidos pero no de un modo negativo, sino más bien todo lo contrario, a veces, es el mejor espectáculo en el marco de partidos cada vez más horribles.
Entonces, repetimos, sacando a Cantero y a algunos dirigentes y algunos periodistas más, lo más sano del futbol son los árbitros.
Mientras nadie me movilice para pensar otra cosa, ESTOY EN TODO DE ACUERDO. Pero ….. (siempre hay un pero) PERO, LOS PENALES A BOCA A QUE DARLOS AUNQUE SEAN DUDOSOS.