Tenistas faloperos

Christophe Rochus (237 del mundo) se cansó y tiró un smash: «Es muy dificil jugar durante cinco horas al sol y regresar al día siguiente corriendo como un conejo».

BSM se pregunta si correr como un conejo podría  ser una ventaja a la hora de un partido de tenis. El salto podría ser bueno para evitar puntos por globos, pero las dos piernas juntas se vuelven incómodas al buscar una bola que picó en una esquina.

Pero no nos desviemos de lo más importante: el consumo de sustancias entre los tenistas profesionales. Rochus tira una anécdota genial, que prueba sus dotes como maestro de la semiología médica:

«En un partido con un jugador que no quiero nombrar. Gané el primer set por 6-1, muy fácil. El se fue al baño y volvió metamorfoseado. El iba adelante 5-3 en el segundo set, y cuando  lo igualé 5-5 su nariz comenzó a sangrar. Evidentemente algo raro había»

Sin embargo, acaso cansado de luchar contra el flagelo de las drogas, dijo también «No estaría en contra de legalizar las sustancias prohibidas». Suponemos que el belga, en su pronto retiro, sueña con empezar su propio negocio, que anticipamos en exclusiva en Bola Sin Manija