Si uno camina por la calles de Pocitos en Montevideo, como quien va a comprar bizcochos o a comerse un pancho con muzzarella a La Pasiva, se encuentra con esta placa:
Y es que en lo que antes era el estadio donde Laurent metió el primer gol en la historia de los mundiales, ahora hay casas.
Francia, envalentonado después de ganarle a México ese partido, se cruzó con Argentina. ¿Y qué pasó?. Al bueno de Lucien Laurent, le pegaron una patada que lo tuvo todo el partido en otro planeta. No hay una placa para el justiciero, pero vamos a nombrarlo aquí: se llamaba Luis Monti y además de la patada a Laurent, metió el gol del partido. Su historia dice que jugó en Huracán (donde aprendió a meter goles) y en Boca y San Lorenzo (donde se especializó en lesionar oponentes). Fue parte del selectísimo grupo de jugadores que vistieron las camisetas de dos selecciones (Argentina e Italia), al igual que Juan Sebastian Veron (Argentina e Inglaterra).
Pero volvamos al partido Francia – Argentina. Dicen las malas lenguas que el árbitro dió por finalizado el encuentro cuando Francia iba camino al gol… unos seis minutos antes del final. «El tiempo es subjetivo, señor»- dicen que le dijo a Laurent, que se miraba el hematoma.
Sobre el primer gol contra México, el que quedó en la historia, Laurent decía:
We were playing Mexico and it was snowing, since it was winter in the southern hemisphere. One of my team mates centred the ball and I followed its path carefully, taking it on the volley with my right foot. Everyone was pleased but we didn’t all roll around on the ground – nobody realised that history was being made. A quick handshake and we got on the with game. And no bonus either; we were all amateurs in those days, right to the end.
Sí, sí… lo hizo bajo la nieve!. Por algo Uruguay es la Suiza de Sudamerica!
Última reflexión: qué divertido debió haber sido ver ese mundial.